viernes, 26 de febrero de 2010

Escondete en Brujas


Tengo que admitirlo, ayer me gustó el planteamiento inicial de Unai.

Aunque sea lastrado por las bajas de Silva, Chori, y los lesionados en defensa, y también por la urgencia del resultado de Brujas, en donde algún que otro jugador hizo méritos a coprotagonizar junto a Colin Farrell, la más que interesante película del dramaturgo Martin McDonagh.

De inicio tenia dudas, dejar a Miguel de carrilero, para que suba y baje la banda, o sea atacar y defender, es como dejarle prestado un deportivo a un chaval de 18 años, sabes que puede acabar mal.
Pero por contra me gustaba la idea de juntar de inicio a Villa con Zigic. Arriba había pólvora, y contra un equipo como el Brujas que vino a verlas venir, a hacer su juego y sobre todo a no dejar jugar, no se podía escatimar en jugadores ni especular. Había que salir a morder, y el Valencia se puso por delante en seguida, pero parece que nos haya mirado un tuerto y no le hacemos un gol al arco iris, y el equipo de Unai se empeña en convertir en internacionales a todos los porteros que visita.

Pero la historia cambió, con el marcador a favor y con la excusa del cambio de Baraja por la tarjeta amarilla, el bueno de Unai se puso a especular, se hizo caquita y se acordó de que es entrenador, y en vez de sacar a Blade sacó al amigo compare, (que trabajo tiene con elegir estilista para cada fin de semana) , rompió al equipo en dos, y aunque el Valencia continuo teniendo alguna ocasión, dio alas al Brujas, sobre todo al contragolpe, ya que sin control del centro del campo, los belgas robaban el esférico con relativa facilidad cerca de las inmediaciones del área che.
Y es que con todos mis respetos hacia el Brujas, el Valencia no puede pasar tantos apuros jugando en Mestalla y con el estadio lleno.
Baraja ya no está ni para 20 minutos, ni siquiera para el típico partido con el Acero de Sagunto en pretemporada; ayer vi a un Albelda sin chispa, como siempre, que corría a por una pelota con ventaja y prácticamente solo podía despejar a duras penas, eso si , hizo su papel, cuando en el minuto 117 se le subieron los femorales hasta la garganta, y se supo ganar al aborregado público valencianista.

Estoy harto de ver como vienen equipos con jugadores de 1.90, con el pelito largo y la cintita en el pelo, y te controlan por no saber plantearles un partido. Espero que Unai recapacite, porque si no , el partido contra el Werder tendrá un resultado muy diferente al acontecido ayer. Para entonces el gran Unai ya puede ir escondiéndose, si quiere le digo yo un sitio, Brujas.

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